La Universidad de O’Higgins es una institución de educación superior estatal y regional, que fue creada el año 2015. Actualmente se encuentra en el proceso de implementar un modelo de desarrollo de personas basado en competencias conductuales, las que fueron identificadas a partir de su estrategia y valores institucionales y ahora las han considerado en el proceso de gestión del desempeño como instrumentos de evaluación e input para el desarrollo de sus funcionarios y funcionarias.
Para la directora de gestión de personas de la organización, Paula Bastías, las competencias conductuales son clave, considerando que las habilidades conductuales están por sobre la experiencia técnica y son las competencias que orientan a la Universidad a la excelencia, la calidad y el buen servicio, que es considerado fundamental en la administración pública. “Lo técnico se aprende, aquí si bien es importante la especialización y perfeccionamiento, nos damos cuenta que las competencias conductuales, que reflejan nuestros valores institucionales, son el motor de la organización, eso es lo que nos mueve, las actitudes, conductas y habilidades blandas. Lo técnico se aprende, se trabaja y se refuerza”, mencionó Paula Bastías.
¿Cómo ha sido la experiencia de implementar modelos de gestión de personas basado en competencias en un organismo público, regional y relativamente nuevo?
La experiencia ha sido totalmente novedosa, nosotros en la administración pública en general tenemos reglamentos que son muy antiguos y desactualizados a la realidad actual en materia de gestión y de desarrollo de personas, sin embargo, las orientaciones del Servicio Civil nos invitan a modernizar la gestión y eso lo hemos tomado como base para estructurar nuestros procesos. En esta línea, nos dimos cuenta de que era necesario trabajar en base a un modelo de competencias que reflejara quienes son nuestras funcionarias y funcionarios, cuáles son las habilidades que ellos y ellas tienen, de tal manera de poder enlazar los procesos del ciclo de vida laboral, alinearlos en la dirección de las conductas de las personas y de esta manera generar un engranaje virtuoso, que impacte positivamente en el logro de los objetivos institucionales.
La experiencia ha sido muy innovadora en el sector público y la gente lo ha recibido muy bien, hemos tenido muy buena recepción por parte de nuestros/as funcionarios y funcionarias, quienes efectivamente se ven reflejados en esas competencias y ese era el objetivo principal, que a todos y todas nos hiciera sentido.
En relación con la evaluación del desempeño por competencias, ¿cuáles son las ventajas de la implementación del modelo?
Yo diría que la principal ventaja es que las personas sienten que hay una coherencia entre lo que hacen y lo que se espera de en relación a su desempeño, les hace sentido. Esto también se debe al producto entregado por Moddos, pues cuando las personas hacen su autoevaluación logran visualizar las situaciones donde tuvieron que realizar una acción relacionada esa competencia, y por lo tanto, hace que todo el modelo de gestión sea visible, haga sentido y aterrice muchísimo a la realidad.
La evaluación del desempeño nos permite relacionar la competencia descrita con lo que hacemos e identificarnos con uno de los 5 niveles de los criterios de desempeño que manejamos.
¿Qué elementos culturales se esperan levantar con este modelo?
Efectivamente hay un impacto directo en los subsistemas del ciclo de vida laboral, en el reclutamiento, selección, la formación y el desempeño, pero aborda mucho más que eso, vemos cómo esto se alinea con una cultura basada en el respeto, la inclusión, una cultura donde lo importante es hacer las cosas bien y trabajar con otros. Es decir, nos invita a la cultura de respeto, del buen trato y del trabajo colaborativo y esto influye directamente en las relaciones interpersonales, en la convivencia entre los distintos estamentos, directivos, administrativos y técnicos, y también con quienes trabajamos de manera externa.
¿Cuál es el impacto de este proceso en el futuro de la Universidad?
Si uno proyecta el impacto de este proceso a futuro, en primer lugar, está el rol social que cumplimos, no solo como una institución de educación superior, sino como ente público que se está adaptando a los cambios y necesidades sociales. Actualmente la sociedad está pidiendo cambios, un trabajo más inclusivo, buenos ambientes laborales basados en el respeto, donde se valore la excelencia, el trabajo bien hecho, esto lo vemos facilitado mediante este modelo de competencias, sentimos que estamos en línea con los que está ocurriendo.
